David Otero inunda de »Micromagia» el aire de Madrid.

El madrileño se metió al público en el bolsillo tras dos horas de concierto

El lugar se predisponía para embaucar al público. La Riviera fue el sitio elegido donde David había concrentado a sus fans en Madrid después de que en abril actuará en el Teatro Barceló. La cita se preveía inaudita por el número de personas que acudirían y la cantidad de invitados. El día anterior David colgaba el cartel de «no hay billetes». 

La noche comenzaba con el buen ambiente que emitía Bombai como teloneros. El grupo consiguió conectar con el público gracias a su entusiasmo y alegría. Una versión de «Saber que se puede» y su tema «Solo si es contigo» avecinaba el ambiente apoteósico que se viviría al final de la noche.

Después, El Hombre de Negro salía al escenario para preparar una sorpresa para David. Entre risas y nervios David Otero asomó entre bambalinas sin hacerse de rogar.

«Micromagia» era la encargada de abrir una noche muy especial. Continuaron canciones como «Azul y Blanco» o «Al otro lado del mar». Cantar, saltar y dar palmas se convirtieron en los protagonistas de la velada y un sinfín de artistas compartieron micrófono con el madrileño. Diego Cantero, de Funambulista, acompañó con su voz los acordes de «Aire». «Buscando el sol» hizo cómplices a David y a Jorge de Maldita Nerea. Con Marwan compartió «Me da lo mismo».

Entre tanto el público y David compartían emoción, bailes y energía con «Loco de amor» o «Me enciendes». Pero, sin duda, los temas más aclamados fueron los creados en su etapa en El Canto del Loco. «Una foto en blanco y negro», «Tal como eres» o «Volverá» con Dani de Auryn hicieron retroceder en el tiempo.

Otros de los artistas cómplices con David fueron Axell, Ivan de Efecto Pasillo y Marcos Cao de La Sonrisa de Julia.

Entre música, sentimientos y emociones, David no desaprovechó la ocasión y dio las gracias a todos y cada uno de los allí presentes. «12 horas» fue un homenaje a todos sus seguidores.

El concierto llegaba a su fin y David, como todos, no quería acabar. El punto y aparte acabó con su conocida «Una vez más» y llegó la sorpresa. Con ayuda de El Hombre de Negro, el público se descargó una aplicación en el móvil para que todos los móviles se sincronizaran y fueran cambiando los efectos de luz.

Llegó el colofón y el cantante no se quería marchar del escenario. La alegría desbordaba por cada poro de su piel tanto que acabó afónico.

Cobertura realizada por María Martín.