EL JEFE DEL CONSEJO EUROPEO DE INVESTIGACIÓN DIMITE POR SUS DISCREPANCIAS EN LA GESTIÓN DE LAS CRISIS DE LA COVID-19

Mauro Ferrari, presidente del Consejo Europeo de Investigación, ha dimitido después de fallar en su intento de convencer a Bruselas para organizar un programa científico a gran escala para luchar contra el coronavirus. Ferrari envió este martes una carta a Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, apenas tres meses depúes de haber ocupado el cargo. Su mandato, que empezó el 1 de enero, era por cuatro años.

En un comunicado enviado a Financial Times, Ferrari explica el porqué de su decisión: «Estoy profundamente decepcionado por la respuesta europea de la Covid-19. Llegué al Comité Científico de la UE siendo un ferviente seguidos de la UE, pero la crisis de la Covid-19 ha cambiado totalmente mis puntos de vista, aunque continúo apoyando los ideales de la colaboración internacional con entusiasmo».

El Consejo Europeo de Investigación se fundó en 2007 para financiar a los mejores científicos europeos y, según explica Financial Times, se ha convertido en una de las agencias más importantes del mundo con un presupuesto de 2.000 millones de euros al año.

Ferrari comenzó a tener desencuentros con la Comisión Europea a principios de marzo, «cuando era evidente que la pandemia sería una tragedia de posiblemente proporciones sin precedentes». En ese momento, Ferrari propuso un plan especial europeo para combatir el virus. En el comunicado, el italoamericado dice que «pensé que en un momento como este, los mejores científicos del mundo deberían tener los recursos y oportunidades para pelear contra la pandemia, con nuevos fármacos, nuevas vacunas, nuevas herramientas de diagnóstico, nuevas estrategias dinámicas basadas en la ciencia, para reemplazar las instituciones improvisadas de los líderes políticos».

Sin embargo, el consejo científico de la institución europea rechazó esta propuesta. Después, según el propio Ferrari, el científico fue requerido por la presidente de la Comisión, que le pidió su opinión respecto la pandemia. «Solo el hecho de trabajar directamente conmigo creó una tormenta política interna. Realicé propuestas que llegaron a niveles diferentes en la Comisión Europea, donde se acabaron desintegrando«, afirma en la carta.

Por último, el profesor lamenta «la completa ausencia de coordinación de las políticas sanitaria entre los Estados miembros, la recurrente oposición a las iniciativas de cohesión financiera y los cierres generalizados de fronteras» en el interior de la Unión Europea.

Beatriz Díaz del Pozo