2020 FINALIZARÁ CON LOS NIVELES TURÍSTICOS DE 1995

El turismo en España está tardando mucho en recuperarse a pesar de las medidas adaptativas que se han llevado a cabo desde el verano y que permiten mantener la actividad con seguridad. Se estiman hasta ahora unos 595 mil empleos afectados por la crisis que se deben especialmente a la reducción de afiliados y al alto nivel del ERTE, concretamente de un 42% de los trabajadores que seguían en él en septiembre. Son unos datos que rápidamente se han ido acercando a las pérdidas que España tenía acumuladas en 1995 por la crisis económica de entonces.

Otro rasgo importante de este desplome es la inexistencia de demanda extranjera durante el año, dado que España era uno de los diez países más afectados por el coronavirus y ello le procuró una recomendación de no entrar ni salir de España a la hora de planear viajes. La cautela ha dominado a muchos viajantes que a su vez han preferido utilizar el transporte particular y han rechazado muchas propuestas de ocio. Al final, los hoteles son las empresas más perjudicadas y solo un 10,2% de los empresarios esperan reponerse para mediados de 2021.

Durante la pandemia, las PYMES son las que más han impulsado los viajes de negocio. Tras la primera ola de coronavirus en España, estas pequeñas y medianas mantuvieron su movilidad corporativa gracias particularmente a sus políticas dinámicas, al contrario que las grandes corporaciones cuya dependencia de los mercados internacionales limitó enormemente sus desplazamientos. Empresas como Farma y Telco son algunas de las que se han visto beneficiadas, pero aun así los niveles de movilidad siguen siendo muy bajos y la inflación conllevará a un largo proceso para retornar a los niveles que España logró alcanzar en el siglo XXI.

Teniendo en cuenta el ritmo, se habrán perdido 106.159 millones de euros para el final de 2020, conllevando a una bajada del 69% del PIB, según indica el lobby Exceltur. No se sabe con certeza cómo avanzará el sector en la época de Navidad; es muy difícil de predecir aunque no se puede apostar mucho dadas las terribles cifras tanto de rentabilidad turística como de contagios por COVID-19. Pasarán al menos dos o tres años hasta que el volumen de viajes y con él la economía nacional termine de recuperarse.