EL PRESIDENTE DE ESTADOS UNIDOS RECONOCE EL GENOCIDIO ARMENIO

Joe Biden ha sido el primer presidente de La Casa Blanca en apodar la «matanza» de los armenios como un genocidio en toda regla. Los hechos sucedieron el pasado sábado en el aniversario de la matanza, después de 106 años.

Este anuncio, ha aumentado todavía más la tensión con los mandatarios de Turquía, tras las cumbres europeas que se realizaron este mes para aplacar la tensión en la que se encuentra el mediterráneo tras las trifulcas por el comercio marítimo. También se supo hace poco más de una semana que Turquía ha estado comprado armamento militar a Rusia, y en cierto modo apoyando a su «disimulada » ocupación ucraniana.

El viernes pasado, día 23 de abril, La Casa Blanca afirmó que Biden mantuvo una conversación telefónica de varios minutos con Erdogan (Actual presidente de Turquía), en un intento de mantener las relaciones constructivas y actividades de cooperación con el país de Oriente Medio. Gracias a diferentes fuentes de información estadounidenses, se ha sabido que en la llamada, el dirigente turco, hizo alusión al apoyo estadounidense a las fuerzas kurdas, expresando su total rechazo, ya que se les considera terroristas.

Aumentando más la tensión, el propio Joe Biden, en la celebración del aniversario por los difuntos armenios alegó «Cada año, en este día, recordamos las vidas de todos los que murieron en el genocidio armenio de la era otomana y volvemos a comprometernos a que esa atrocidad no vuelva a ocurrir», refiriéndose a la atrocidad cometida entre los años 1915 y 1923.

Turquía por otra parte, niega totalmente el genocidio, alegando que se trató de combates en los que murieron ambos bandos y justificando que eran tiempos de guerra. Las estimaciones de los historiadores de las muertes de los armenios rondan casi el millón y medio de víctimas, mientras que los turcos solo reconocen 300.000 muertos.

Desde Ankara piden explicaciones a Biden por su discurso basado en la distorsión de la historia. El propio presidente Erdogan todavía no se ha pronunciado ante este «malentendido» diplomático.