¿Qué hacer si tu vivienda nueva tiene problemas de construcción?

Es posible que al poco tiempo de adquirir una nueva vivienda aparezcan una serie de defectos de construcción, ante este suceso es importante saber cómo actuar para poder solucionarlo. Para ello, es importante tener en cuenta si se trata de un inmueble nuevo, o, usado, saber la fecha de construcción, que tipo de defecto es, si es grave, y cuáles son las posibles causas que han originado ese defecto. 

Antes de nada, es importante saber qué es un defecto de construcción, este también se puede denominar vicio de construcción, y son aquellos daños materiales ocasionados en un edificio o en parte de él. Estos defectos pueden aparecer de forma casi instantánea tras la edificación del inmueble o bien puede aparecer con el paso del tiempo, debido a errores de construcción o un desgaste en los materiales.

Es imprescindible saber los plazos de los que dispone para reclamar, por ejemplo, un comprador de una casa usada dispone de un plazo de seis meses para reclamar daños al vendedor, mientras que el comprador de una vivienda nueva dispone de un plazo especial para reclamar.

Si existe la casualidad de que el mismo defecto es común en varias viviendas, es posible realizar una reclamación conjunta, de esta forma se podrán ahorrar a su vez una parte de los gastos del proceso judicial.

Por ello, para poder llevar a cabo este tipo de reclamaciones, es conveniente recurrir a abogados de derecho inmobiliario, quienes podrán asesorar de forma eficiente y correcta a los afectados. Además, de informar acerca de a quién se debe reclamar en caso de defecto de construcción. 

Asimismo, la LOE enumera el grado de intervención de los distintos agentes en la edificación y por tanto cómo quedan delimitadas sus funciones, por ejemplo, aconseja dirigirse directamente al promotor, aunque también recomienda dirigirse a otros agentes en función de la reclamación, por ejemplo, al arquitecto si es un problema del proyecto, o, al aparejador si es un problema en el control de ejecución del proyecto.

En cuanto a los tipos de defectos que podemos encontrar, los podemos clasificar en tres grupos:

1. Defectos de remate, terminación o acabado : se tratan de defectos considerados de ejecución y que afectan a elementos de acabado.
2. Defectos de habitabilidad, funcionalidad o seguridad: defectos que afectan a la habitabilidad y seguridad del inmueble, son defectos que incumplen con los requisitos mínimos que se exigen para que una vivienda se considere habitable.
3. Defectos estructurales: sin duda los defectos más complicados, ya que afectan a la cimentación, soportes, vigas, muros de carga u otros elementos imprescindibles.

También, es importante saber que desde el año 2000 la Ley de Ordenación de la Edificación, establece unos plazos de garantía, en los cuales los propietarios podrán reclamar daños. Los plazos son:

• 10 años de garantía para los defectos estructurales: con defectos estructurales nos referimos a daños en la cimentación, vigas, muros de carga, etc.
• 3 años de garantía para defectos que afecten directamente a la habitabilidad del inmueble: se incluyen en defectos de habitabilidad los problemas de aislamiento, las goteras, el incorrecto funcionamiento de las instalaciones, etc.
• 1 año de garantía para defectos de acabado: este tipo de defectos son responsabilidad del constructor.

Es importante tener en cuenta que estos plazos se aplican desde el momento en que se obtiene el certificado final de obra. En caso de reclamar un defecto dentro de los plazos de garantía, el propietario tiene dos años para realizar una reclamación a los agentes encargados.

En caso de no saber como abordar este problema, es primordial ponerse en contacto con abogados especializados que lleven a cabo el caso, y así garantizar el éxito de la reclamación.