LA TASA DE ACTIVIDAD ESPAÑOLA EN GRAVE PELIGRO DESDE 2013

A pesar de los datos optimistas por el descenso de parados, y por ende, el aumento de las afiliaciones de la Seguridad Social, en España hay indicadores, como la tasa de actividad, que sigue siendo alarmantemente baja, tanto que sigue estando por debajo de la media de la Unión Europea. Hablando en cifras, el año pasado la tasa de actividad española está 16 puntos por debajo del resto de países miembro y la eurozona, que es de aproximadamente 74%.

La tasa de actividad de un país se obtiene de la división entre la población activa y el total de personas que trabajan o están en disposición de hacerlo. Cabe destacar que esta tasa es la medida más fiable para conocer la participación de los integrantes reales del mercado laboral, y por lo tanto, dicha tasa está directamente relacionada con el incremento del PIB.

Según los resultado de la Encuesta de Población Activa (EPA), “en el último cuatrimestre del año pasado, la tasa de actividad era todavía incapaz de llegar al 60% y se situó en el 58,6%.” En comparación con tasas como la alemana (80%) o la holandesa (84%) son datos muy bajos, que sitúan a España a la cola de las económicas del sur de la Unión Europea.

Si comparamos las tasas de actividad de la zona sur con el norte de Europa, se demuestra que el problema española tiene raíces profundas y que van más allá de la situación actual. Por ello expertos de BBVA Research están preocupados por la evolución de la tasa de actividad desde 2013, ya que en 2012 se alcanzó un pico del 60,5%; no obstante, a partir de ahí la evolución fue errante como consecuencia de una pirámide poblacional inversa.