En la mañana del 6 de marzo el escritor, poeta y cantautor Pau Riba, fallecía en su casa de Tina, cerca del mar, a la edad de 73 años
Con esta trágica pérdida despedimos a quien sería uno de los elementos más característicos y relevantes del paradigma del Rock catalán. El compositor de “Dioptría” será recordado como el gran artista que llegó a ser en vida, la raíz de su fallecimiento se hallaba en un cáncer inoperable, el cantante no dejó de crear y deleitarnos con su talento hasta el final, siguió escribiendo hasta el final de sus días.
Riba contempló el género como una forma de revelarse contra lo heredado y sus obras se manifestaban como una resistencia ante la imposición de la sociedad. Con discos como “Jo y la donya i el gripau”, siendo considerado el hijo perdido y bastardo, por qué no, de Bob Dylan y The Incredible String Band.
El escritor destacaba por ser capaz de expresar la emoción y la exaltación mezclándolo con la sensibilidad y la dulzura. Desde sus inicios con su pequeño disco original, con “Taxista” como el toque de resplandor del trabajo de Riba, inspirando a los jóvenes y marcando la etapa que estos vivían, convirtiéndose en el himno de una generación.
Pau Riba I Romena, nacido en el seno de una familia cristiana y tradicional, creció en el ambiente que posteriormente trataría de revocar. La crianza del cantante se vio afectada por las creencias y la ideología de los Riba, conservadores y críticos. Al comienzo de su carrera se interesó por la poesía y no tardó demasiado en intentar formar parte de una banda, trató de convertirse en miembro de “Els Setze Jutges”, pero las pintas de este y su forma de comportarse provocaron el rechazo del resto de integrantes. El cantante derivó entonces hacia el rock y el folk que se practicaba en ese momento en los Estados Unidos, y acabó formando su propio grupo, orientado hacia esos géneros, le acompañaron Jordi Batiste, Sisa y Oriol Tramvia, pero no tardó demasiado en volar solo. El escritor, irreverente con el poder, rebelde ante el privilegio, coincidió con Pepe Sales, el fundador de “Bocanegra”, y Pau Malvido, hermano descarriado de Ernest y Pasqual Maragall, estos conformarían. Riba deja tras de si una vida de experiencias, talento y maravillosas obras, así como cinco hijos e incontables fanáticos que no le olvidarán.
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