REAL MADRID 3-1 PSG: REMONTADA ÉPICA EN UN BERNABÉU MÁGICO

El PSG partía con ventaja tras la victoria 1-0 en El Parque de los Príncipes, pero el Madrid, arropado por su afición, no iba a rendirse fácilmente

El recibimiento al equipo madridista en las inmediaciones del estadio fue brutal, pone los pelos de puntos a quien lo vea. Así se empiezan las noches mágicas de Champions en el Bernabéu y la afición vikinga lo sabe bien.

Tantos los jugadores de la plantilla como el propio equipo prepararon el ambiente desde las redes sociales. Todo el mundo estaba pendiente del partido horas antes de que este empezara. Los nervios estaban a flor de piel y se noto en la bienvenida al equipo al Bernabéu.

El Real Madrid se presentaba al partido con el siguiente once inicial: Courtois; Carvajal, Militao, Alaba, Nacho; Valverde, Kroos, Modric; Asensio, Benzema y Vinicius. Los que debían ser los once héroes, más los cambios.

Por su parte, el PSG tampoco se dejaba a ninguno de los grandes fuera: Donnarumma; Achraf, Marquinhos, Kimpembe, Nuno Mendes; Danilo, Paredes, Verratti; Mbappé, Messi y Neymar. El tridente de arriba estaba listo para dar un golpe en el Bernabéu y así fue, en el minuto 33 marcaba Mbappé, pero el linier anulaba el gol levantando el banderín. Pero en el 39, el tanto del francés sí subía al marcador y el Santiago Bernabéu enmudecía.

Un balón al espacio de Neymar para la carrera de Mbappé, que es imparable por mucho que Militao y Alaba se esforzaran por alcanzarle. La velocidad y la potencia del joven futbolista son dos de sus mejores cualidades, sin olvidarnos de su regate y su golpeo. Courtois no pudo hacer nada frente a un balón tan ajustado a su palo derecho.

Tras una primera parte en la que Benzema tenía que exigir a sus compañeros que subieran a presionar, lo que le hacía parecer molesto, y las paradas de Courtois para evitar que el resultado fuera más abultado, ambos equipos se marcharon a vestuarios con un marcador global de 2-0 a favor del conjunto parisino. Eso sí, al final de la primera parte, las ocasiones parecían que estaban llegando para los blancos, pero debían afinar la puntería si querían llegar a cuartos.

Mientras que Mbappé había salido al campo con ganas de dar un recital y así lo estaba haciendo. No sabemos bien si para enamorar, aún más, a Florentino o por la ovación que se llevó del Bernabéu cuando sonó su nombre en la alineación del PSG. Al contrario que sus dos compañeros de equipo, Messi y Neymar, quienes se llevaron una fuerte pitada de la afición blanca.

La segunda parte comenzaba con la posesión para los de Ancelotti, pero el equipo parisino se defendía bien. En el 52, Valverde enganchaba una volea, que golpeó en la cabeza de Paredes, quien quedó mareado, pero pudo continuar el partido. Y en el 53, otro susto para los madridistas, Mbappé lograba el segundo tanto del encuentro (el tercero en el marcador global), pero por suerte se anulaba por un fuera de juego muy claro.

Y llegó la jugada que lo cambió todo. En el minuto 60, Donnarumma se hacía un lío con los pies justo cuando Benzema estaba encima de él presionando (el francés sabía bien que la presión era una de las mejores opciones que tenía su equipo para soñar con la remontada) y el guardameta italiano intentó sacar el balón como pudo, con tan mala suerte que llegaba Vinicius y Benzema, como el jugador pillo y listo que es, se colocaba en el centro del área para recibir el pase de su compañero brasileño, batía a Donnarumma y recortaba distancias. Solo quedaba un gol para empatar la eliminatoria.

Benzema celebró con rabia su gol y Modric y Valverde, que se encontraban detrás de él en la jugada, levantaban los brazos en cuanto vieron la pelota entrando en la portería. Los jugadores blancos pedían a la afición que animaran más fuerte, la remontada estaba más cerca, podía hacerse realidad.

Las oportunidades fueron llegando de manera más frecuente para el Madrid. Los cambios en el 57, que dieron entrada a Rodrygo y Camavinga, se notaron, el equipo reaccionaba.

En el 72 arrancaba Benzema con la pelota y tras un intento de pase hacia la banda derecha por parte del francés, el balón era despejado por la defensa parisina, que acababa en los pies de Vinicius y la mandaba por encima del larguero. La defensa del PSG empezaba a flaquear, el segundo del Madrid parecía olerse.

Modric, recordamos que tiene 36 años y que ayer parecía un chaval de 20, se echó al equipo a la espalda junto a Karim. En el 75, el croata arrancaba una contra y daba un pase en profundidad a Vinicius, quien quiso colocarse la pelota en su pierna buena, la derecha, y perdía la oportunidad de marcar el segundo tanto, pero le cedió el balón al 10 del Madrid que volvía a filtrar un balón, esta vez para el francés, que no falló y empataba la eliminatoria. Benzema, al borde de las lágrimas, celebraba frente a la afición madridista, que había enloquecido.

Nada más sacar de centro, el Real Madrid le robó el balón al equipo parisino y Vinicius volvía a asistir a Karim, que marcaba el tercero de los blancos y el tercero para su cuenta propia. Además, superaba a Di Stéfano como uno de los máximos goleadores del conjunto blanco, 309 goles son ya los que lleva Karim, 308 fueron los que consiguió marcar el mítico delantero argentino.

El francés celebraba nuevamente emocionado. Era su noche y la del Bernabéu, que enloqueció. Era tal la locura que David Alaba levantó por los aires una de las sillas que usan los guardias de seguridad.

En el 80, Pochettino, entrenador del PSG, daba entrada al argentino Di María. Un gol del PSG forzaba la prórroga, pero nunca llegó, por más que lo intentaron. El Madrid siguió presionando y en el 88, Modric dio un nuevo susto a los parisinos con un disparo desde la frontal del área que se marchó por encima de la portería de Donnarumma.

En el tiempo añadido, Messi lo intentaba con una falta, pero se marchó alta. De todas maneras, Courtois llegaba a ese balón. El guardameta blanco se estiró todo lo que pudo para proteger la portería. El árbitro pitó el final del encuentro y los jugadores blancos estallaron de felicidad.

Los cuartos de final de la Champions ya son una realidad, solo queda esperar parar conocer al rival de los vikingos. El sorteo se celebrará el 18 de marzo a las 12:00 hora española. Mientras, los jugadores celebran el pase a cuartos tras una noche mágica en el Santiago Bernabéu, otra más de las que se han vivido en el estadio.

A pesar de la bonita noche que se vivió en el estadio madridista, no todo fue de color de rosa. La noche se vio empañada por la actuación de Al-Khelaifi, presidente del PSG, quien bajó a vestuarios al final del partido, dando gritos y buscando a los árbitros. Sin embargo, se confundió y acabó en la sala de Megía Dávila, delegado de campo del Real Madrid. Varias personas tuvieron que intervenir. Una imagen bochornosa.

Además, según el club blanco, un empleado del Real Madrid habría grabado la escena y Al-Khelaifi, al percatarse, se dirigió hacia él para agredirle al grito de «te voy a matar», teniendo que ser detenido por sus propios guardaespaldas. Exigieron que se borrasen las imágenes del móvil del empleado del Real Madrid, que había salido por los aires tras el intento de agresión de Al-Khelaifi, pero no lo han hecho y esas imágenes han sido enviadas por el Real Madrid a la UEFA, denunciando al presidente del conjunto parisino.

Al-Khelaifi acabó llegando al vestuario de los árbitros y el árbitro principal del partido, el neerlandés Danny Makkelie, recogió en el acta la actitud agresiva de los dirigentes del PSG, que se dirigieron a ellos con amenazas, bloquearon la puerta y llegaron a romper uno de los banderines de los asistentes. Así se recoge en el acta del partido, concretamente en el apartado siete, el de incidencias tras el partido: «El presidente y el director técnico del PSG mostraron un comportamiento agresivo e intentaron entrar al vestuario de los árbitros. Cuando el árbitro les pidió que se fueran, bloquearon la puerta y el presidente golpeó deliberadamente el banderín de uno de los asistentes, rompiéndolo.»