La fiabilidad de los electrodomésticos, ¿cuánto duran?

Cada año, los consumidores valoran las marcas de electrodomésticos en lo que acaba siendo un ranking para hablar de calidad, fiabilidad y, sobre todo, de los años útiles.

Atrás quedó aquello de tener una lavadora durante décadas. Actualmente, las que más, suelen rondar los 12 años. Pero, ¿cuáles son las marcas mejor valoradas no solo por los españoles sino por el público europeo?

Hay siempre un listado en el que hay varias marcas que no suelen fallar. Miele, Fagor y Balay suelen estar siempre entre ellas.

¿Qué es lo que las hace tan valoradas?

En realidad, los términos como los que se comentaban y que tenían que ver con la fiabilidad. La posibilidad de poder disponer de un servicio técnico de Fagor, por ejemplo, que atienda cualquier avería sin necesidad de desechar el electrodoméstico es clave para que en la mente del consumidor valore la firma.

Tal como explican desde Satema, “diagnosticar el problema ocurrido y aportar las soluciones posibles, de modo que el cliente pueda recobrar la normalidad cuanto antes y ver minimizadas sus molestias hace de verdad grande a las marcas y en eso tenemos mucho que ver empresas que debemos dar las coberturas del servicio de atención al cliente de las mismas”. 

Es algo que también tienen claro cuando se trata de asumir, por ejemplo, la respuesta como servicio técnico oficial de Aspes en Madrid, una marca valenciana que cada vez está más en auge en nuestro país y que compite con las primeras marcas por ofrecer electrodomésticos de gran calidad. Además, su apuesta por ofrecer un servicio de atención al cliente en las distintas ciudades a través de acuerdos con empresas de servicios técnicos es lo que avala la buena marcha de la misma.

¿Qué puede esperar el usuario en términos de años para sus electrodomésticos?

Según los últimos estudios, la vida útil del lavavajillas, lavadora y secadora ronda de media los 12 años, siendo los que más frecuentemente, por su uso, podrían necesitar llegado el momento asistencia técnica para cambiar alguna pieza sin necesidad de tener que cambiar todo el electrodoméstico.

Algo semejante pasa con el frigorífico que, salvo excepciones como la durabilidad de algunos General Electric que han llegado a casi las dos décadas, suelen dejar de funcionar correctamente rondando los 15 años.