POLÍTICA

Ni Crimea, ni entrar en la OTAN: la línea de Donald Trump con Ucrania

today18 agosto, 2025 13 35

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha fijado en los últimos días una línea clara sobre la negociación para poner fin a la guerra en Ucrania: según sus declaraciones en su red social Truth, admite que Crimea “se quedará con Rusia” y repite que Ucrania no entrará en la OTAN, al tiempo que insta a Kiev a aceptar un acuerdo que ponga fin al conflicto “casi de inmediato” siendo Zelenski el único que tiene esa decisión en su mano.

Estas declaraciones se han convertido en el eje de las conversaciones internacionales que rodean la cumbre que reúne al presidente ucraniano y a líderes europeos en la Casa Blanca que se sucederá esta misma tarde.

Las nuevas exigencias de Trump llegan tras su reunión reciente con Vladimir Putin en Alaska este pasado viernes, un encuentro que sorprendió por la cercanía de posturas en algunos puntos y que allanó el terreno para que la Casa Blanca plantee ahora condiciones exigentes a Kiev.

En paralelo, la administración ha dejado entrever que EE. UU. podría ofrecer garantías de seguridad a Ucrania “fuera de la estructura de la OTAN”, una fórmula alternativa para proteger a Kiev sin admitir su entrada en la Alianza. Trump también ha advertido a Moscú de “consecuencias severas” si no accede a negociar, pero sin precisar medidas concretas.

Cumbre de líderes europeos en La Casa Blanca

Volodímir Zelenski viaja a Washington rodeado de líderes europeos, entre ellos Emmanuel Macron (Francia), Ursula Von der Leyen (Comisión Europea), Giorgia Meloni (Italia) y Keir Starmer (Reino Unido), con la determinación de rechazar cesiones territoriales sin un alto el fuego previo y sin garantías claras de cumplimiento, requisito que ha cedido Trump tras el encuentro con Putin. El plan que Putin presentó a Donald Trump propone que Rusia se quede con el control total de las regiones ucranianas de Lugansk y Donetsk, incluidas las zonas aún en manos de Ucrania, a cambio de congelar el frente.

El presidente ucraniano ha dejado claro que cualquier negociación debe partir de un cese de hostilidades verificable y que la soberanía territorial es un punto no negociable para su Gobierno; la visita, por tanto, medirá hasta dónde puede presionar Trump y qué margen de maniobra tienen los aliados europeos para blindar la posición ucraniana.

Escrito por Aitana Ruiz

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