EL TSJPV RECHAZA MANTENER EN EUSKADI MEDIDAS COMO EL CONFINAMIENTO TRAS EL ESTADO DE ALARMA

El estado de alarma previsto en la Constitución ha sido el paraguas jurídico en el que se han sostenido varias de las medidas más restrictivas contra la COVID-19. El decaimiento de este estado excepcional el 9 de mayo supondrá con su fin, la incertidumbre entre las autonomías españolas para poder establecer medidas de contención por el coronavirus y evitar así una cuarta ola en el territorio española. Sin embargo, Euskadi ya se ha encontrado el primer obstáculo para definir las restricciones post estado de alarma al denegar el Tribunal Superior de Justicia de País Vasco (TSJPV) algunas de las medidas por considerar que van en contra de los derechos fundamentales previstos en la Constitución.

El Tribunal Superior de Justicia de País Vasco ha rechazado al Gobierno de Euskadi el mantenimiento de medidas de contención contra la COVID-19 que no se encuentren avaladas por la legislación. Así, el confinamiento perimetral e municipios y territorios, el toque de queda o la limitación del número de personas en reuniones quedarán anuladas cuando finalice el estado de alarma el 9 de mayo

No obstante, por ahora se trata de un hecho aislado pues la justicia ha avalado el establecimiento de medidas similares como el toque de queda en comunidades autónomas como Cataluña, Baleares o la Comunidad Valenciana. En el caso de este último territorio, su presidente aseguró que el toque de queda se asentaba en una legislación de 1986, siendo suficiente para su mantenimiento.

La Comunidad de Madrid también se deberá de enfrentar a la justicia para mantener algunas de las medidas contra la COVID-19 que ha estado estableciendo estos meses atrás, desde que entró el estado de alarma en vigor en octubre. De este modo, el Ejecutivo madrileño ha expresado que va a plantear al Tribunal Superior de Justicia de Madrid el sustento jurídico para mantener los confinamiento perimetrales a Zonas Básicas de Salud y municipios, una medida que lleva poniendo en práctica desde septiembre.

Mónica Giner González