¿PUDO ALEMANIA HABER GANADO LAS DOS GUERRAS MUNDIALES?

Tanto en la Primera como en la Segunda Guerra Mundial, Alemania inició las ofensivas a gran escala y acabó perdiendo. Su derrota se debió en gran medida a la integración de Estados Unidos en el bando enemistado con Alemania, encabezado en primera instancia por Reino Unido y Francia. Si la ira del gigante norteamericano no hubiese sido despertada con el hundimiento del RMS Lusitania en 1915 o el ataque japonés a Pearl Harbor en 1941, Alemania podría haber tenido oportunidad al menos frente a sus adversarios occidentales.

Un hecho fatal e innecesario para Alemania fue la declaración de guerra a Estados Unidos por parte de Adolf Hitler en respuesta al discurso de la infamia del presidente Franklin D. Roosevelt contra Japón. La declaración de guerra de Hitler aceleró la intervención americana en África y Europa. Alemania y Estados Unidos destacaban por su alto nivel de industria, pero el potencial económico estadounidense siempre fue muy superior al germano. Ese fue un factor muy importante por el que Alemania no tuvo mucho que hacer en ambas guerras contra el avance de las tropas de Estados Unidos y mucho menos cuando la Unión Soviética atacaba a la vez por un frente opuesto en la Segunda Guerra.

Hubiese sido necesario que Alemania y sus aliados llevaran a cabo estrategias muy cuidadosas para mantenerse firmes y ganar. Países como Japón y Estados Unidos inicialmente no tenían intención de participar en estos conflictos con origen en Europa. Aun así, dado que por entonces la mayor parte de las potencias europeas tenían dominios de ultramar, las guerras se extenderían a otros continentes y mares, lo que facilitaba la incorporación de nuevos beligerantes. Ello dependía en especial de cada movimiento que diesen los primeros países que entraron en conflicto.

Alemania tendría más opciones de vencer si, de alguna forma, se hubiese ganado el apoyo de Estados Unidos, al menos en la Primera Guerra Mundial, teniendo en cuenta que los regímenes fascistas, además del comunismo, acarrearon muchas antipatías desde poco antes de la Segunda Guerra y ninguna democracia los toleraba. Alemania también se podría haber ganado antes de 1918 a los que serían sus principales aliados del Eje: Italia y Japón. En la Primera Guerra, Italia estaba enfrentada con Austria-Hungría, un imperio que se vio debilitado en particular por su mosaico étnico-lingüístico hasta finalmente desaparecer.

Dada la decadencia del antiguo imperio de los Habsburgo, podría haberse dado el caso de que Alemania negociase con Italia; Austria-Hungría se rendiría y disgregaría mientras que Italia volvería a aliarse con Alemania, dado que ya estuvieron unidas por la Triple Alianza de 1882. En cuanto a Japón y Estados Unidos, si ocurriesen incidentes en el océano Pacífico que agravaran las tensiones, pudiendo Alemania orquestarlos en secreto, entonces tendría a las dos grandes potencias extraeuropeas a su favor.

En la primera mitad de la Segunda Gran Guerra, Alemania logró tener a casi toda Europa bajo control; si no hubiese invadido la Unión Soviética y sus aliados japoneses no hubiesen atacado a Estados Unidos, solo sería cuestión de tiempo que Alemania venciese a Gran Bretaña. Los submarinos alemanes hundieron muchos barcos que abastecían la isla y el resultante desabastecimiento bien podía minar la moral de la población. Esta táctica era más efectiva que la batalla de Inglaterra en sí, puesto que la aviación nazi Luftwaffe no pudo neutralizar a la aviación británica RAF, algo que los nazis vieron prioritario para poder invadir la isla por mar. Esto último fue previsto en la llamada Operación León Marino, que nunca llegó a efectuarse aunque podía haber sido un desastre porque los británicos aún eran superiores en el mar.

En cuanto a Rusia, el imperio de los zares se había quedado obsoleto y sumido en una seria crisis socio-económica, por lo que no fue eficaz para enfrentarse a Alemania y Austria-Hungría en una guerra larga, al contrario que la Unión Soviética, que se reforzó ingentemente y efectuó exitosas contraofensivas. Para atacar a la URSS, lo prudente para Alemania sería no tener ningún otro enemigo poderoso e incluso iniciar la invasión en un conflicto posterior y con una estimable ayuda de países como Japón, Turquía y la India, con el fin de bloquear a los soviéticos.

Las consecuencias de si Alemania hubiese ganado la Segunda Guerra hubiesen sido extremadamente catastróficas para la humanidad mundial. Pero si hubiese ganado la guerra anterior, seguramente hubiese habido menos problemas. Se podría haber evitado un segundo conflicto global aunque Francia habría vuelto a estar humillada (ya lo estuvo al perder la guerra franco-prusiana) y en ese caso desarrollaría una profunda venganza con una política bélica con inspiración en el imperio de Napoleón.