EL NUEVO AÑO LUNAR CHINO SIN CELEBRACIÓN

Las festividades de este nuevo año chino comenzaron, según la tradición, el primer día del mes lunar y termina el  15  de febrero  con el Festival de los Faroles. Según la cultura “han” es el año 4718 basado en el calendario lunisolar, tradicionalmente utilizado en China, Japón, Vietnam, y la mayoría de los países asiáticos.

En esta época, se produce una de las mayores migraciones humanas del planeta, miles de familias vuelven para celebrar el «Chuxi” (víspera del año nuevo) en su país natal y honrar a las tradiciones culturales  relacionadas con prosperidad, felicidad y  abundancia.

Normalmente se trata de una de las mayores festividades a nivel mundial, donde los beneficios del sector de aviación se disparan, pero este año a causa del coronavirus, de las nuevas cepas y de la peligrosidad en el ambiente, la Comisión Nacional de Salud China ha impuesto nuevas reglas a la hora de viajar, solo permitiendo la vuelta de aquellos ciudadanos  sí es algo realmente necesario y de vital importancia.

Estás nuevas  restricciones se han acogido de una manera muy negativa, poniendo en duda las acciones del Gobierno de China. Este año sería el primero en el  que se desaconseja visitar a la familia si no se tratara de un caso de extrema urgencia, ya que el año pasado todavía en estas fechas no se había decretado que el coronavirus fuera transmisible y   que sus efectos fueran de tal magnitud.

En esta ocasión, el Gobierno de China ha comenzado una campaña de propaganda destacando la responsabilidad por la salud de la familia, como prioridad. En contraposición a ésta vemos que el pasado octubre, en la Semana Dorada, miles de turistas nacionales fueron a recorrer la  Gran Muralla China como prueba de que el Gobierno había contenido con éxito al COVID-19, causando un gran escándalo a nivel internacional.