LA VACUNA DE PFIZER PODRÍA NO SER EFECTIVA CONTRA LA CEPA SUDAFRICANA

Un estudio publicado este jueves muestra que los anticuerpos que produce la vacuna desarrollada por BioNTech se reducen hasta dos tercios cuando debe actuar contra la cepa sudafricana. El estudio sugiere que puede no ser eficaz para combatir contra esta cepa que es altamente contagiosa.

El estudio realizado por Pfizer y científicos de la Rama Médica de la Universidad de Texas, fue llevado a cabo mediante la introducción de un virus modificado con las mismas mutaciones que contiene el pico de variante de COVID-19 sudafricana, denominado B1351. Los investigadores introdujeron una porción de la sangre de personas con el ciclo completo de vacunación de Pfizer para medir su respuesta. El resultado fue que el nivel de anticuerpos que producía la vacuna se reducía hasta en dos tercios si era frente a la cepa sudafricana.

Sin embargo, los estudios son preliminares y se advierte de que aun no se conoce cuál es el nivel óptimo de anticuerpos que debe tener una persona para poder hacer frente a la COVID-19, y por tanto no se puede concluir que la vacuna no sea totalmente eficaz contra la cepa sudafricana. «No sabemos cuál es el número mínimo de neutralización. No tenemos esa línea de corte» explicaba uno de los investigadores del estudio. Que añadía que «se necesita más trabajo para comprender si la vacuna funciona contra la variante sudafricana».

Ante la posibilidad de que la vacuna no sea eficaz contra la cepa sudafricana, los investigadores están desarrollando ya otros métodos para proteger a quienes sean vacunados con las dosis de BioNTech mediante el desarrollo de una versión actualizada de la vacuna para la cepa u otra dosis para reforzar la protección si fuese necesario.

La cepa sudafricana posee una mutación que hace complicada la inmunización de la población, pues las otras vacunas disponibles como Moderna o  Johnson & Johnson también han explicado que sus vacunas son menos eficaces contra la cepa sudafricana que ante otras variantes de la COVID-19.

Mónica Giner González