MUERE QUIQUE SAN FRANCISCO A LOS 65 AÑOS VÍCTIMA DE UNA NEUMONÍA BILATERAL

El actor llevaba varias semanas ingresado en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid

Enrique San Francisco ha fallecido hace unas horas, a sus 65 años, a causa de una neumonía bilateral, por la que había ingresado hace más de 40 días en el Clínico San Carlos de Madrid. El actor se había mostrado cansado en sus últimas declaraciones públicas por el problema de salud que padecía y confesaba tener ganas de salir del hospital.

En las últimas horas saltaban todas las alarmas sobre su salud, ya que el actor había sufrido una bajada drástica de las defensas y se estaba debilitando. Esta situación derivó en una anemia, lo que, poco después, ha provocado su fallecimiento.

Pese a llevar varias semanas hospitalizado, Quique San Francisco tranquilizaba hace unos días a sus seguidores explicando que estaba recibiendo muy buen trato por los sanitarios del centro y que estaba listo para volver a su casa y recuperar su normalidad. Desafortunadamente, el actor no ha podido cumplir sus deseos de regresar a su hogar.

Hace dos meses, se vio obligado a cancelar sus proyectos profesionales para centrarse en su recuperación. Por ello, tuvo que suspender la representación de La penúltima, un monólogo que estaba programado para el 23 de enero en Getxo (Vizcaya). Fue a partir del 9 de enero cuando Quique Sean Francisco comenzó a tener graves problemas de respiración, por lo que ingresó con un diagnóstico de neumonía bilateral severa.

Quique San Francisco nació en Madrid, pero se trasladó a Barcelona, donde vivió con su madre y su padrastro. Con apenas seis años, debutó en la película Diferente, con ocho apareció en El sueño de una noche de verano y con 10 en Santi, botones de hotel. Fue en su participación en El pícaro donde adquirió las dotes, la presencia y el mito del personaje que le marcaron durante el resto de su carrera. Desde entonces, la vida de Quique San Francisco ha estado regida por esa confusión entre lo ficticio y a realidad, por querer salirse de lo establecido y vivir siempre al límite.

Tocó la gloria con Navajeros (1980), La mujer del ministro (1981), Colegas (1982)y El pico (1983) y se posicionó como una figura imprescindible en el cine quinqui, apadrinado por el director Eloy de la Iglesia. Fuera de los platós, los excesos de los años 80 tuvieron en él su mejor prueba y herida. Por aquel entonces comenzó a conocer y consumir heroína y demás drogas. Fue él mismo quien hablaba de su adicción en sus entrevistas. “A mí me tocó toda esa época y lo viví, pero me liberé. Los demás están todos muertos por culpa de la heroína […] Yo lo dejé, entre otras cosas, porque se presentó mi madre y me dijo: ‘Mira hijo, si vas a estar así, más vale que te mates’”, confesaba el humorista en una de sus entrevistas.

Ahora, la muerte de Quique San Francisco ha significado un duro golpe para el mundo del espectáculo. Su inconfundible voz ronca, su peculiar humor por el que no necesitaba terminar ninguno de sus chistes y sus modales nada refinados, pero enormemente apreciados por el público, han dejado huérfanos al cine, el teatro y gran parte de la televisión, que ahora lloran su pérdida.

Cristina Pulido Collazos