¿SON REALMENTE NECESARIAS LAS MASCARILLAS EN LA PLAYA?

La publicación en el BOE de la obligatoriedad de llevar mascarilla en cualquier sitio público implica que en la playa tengamos que usarla independientemente de la distancia con otras personas.

La Ley de la Nueva Normalidad publicada este miércoles en el BOE recoge “ la obligación para las personas, a partir de los seis años, de usar mascarilla en la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público o que se encuentre abierto al público”, de esta manera las playas están incluidas en este supuesto y todos los usuarios deberán llevarla, aunque sea una playa con poca gente y la distancia sea mayor que la definida como “de seguridad”.

Ante el primer periodo vacacional desde la pandemia con turistas extranjeros o de la misma Comunidad Autónoma la medida no ha sentado bien entre los empresarios del sector, consideran que la imagen proyectada al exterior es de una falta de control de la pandemia, transmite inseguridad al visitante y creen que es necesaria una rectificación de la norma, consideran que el riesgo es mínimo y el daño al sector puede ser muy grande.

La Ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha dicho que revisarán el punto de la ley en la próxima reunión entre Sanidad y comunidades, que deberán «armonizar, homogeneizar y contextualizar», también ha declarado que “las mascarillas son de uso obligatorio. Lo que tenemos que ver es si esa armonización nos permite tener un margen de actuación, su uso es una medida que impide la propagación del virus ”.

Joan Caylà, miembro de la Sociedad Española de Epidemiología insiste en que el riesgo en una playa es mínimo y deberían endurecerse las medidas en otros entornos, “Hay que tener muy en cuenta los gradientes de riesgo y, en conclusión, aplicar el sentido común «, además pone ejemplos en lugares con playas donde se hayan dado muchos contagios “el porcentaje de positivos que se podría haber dado en espacios tan abiertos como una playa sería prácticamente insignificante”. El problema para él se daría en playas con mucho aforo, “si estamos en un sitio con nuestros convivientes a varios metros de otros grupos, pero llegado un momento nos levantamos, paseamos, vamos al bar, etc. En ese momento sí que deberíamos ponernos la mascarilla. Y deberían vigilarse sobre todo situaciones que se dan en los chiringuitos o cuando la gente va caminando entre los bañistas”. En opinión de este experto, si vamos a pasar una jornada de playa con nuestros convivientes no tendría sentido ponernos mascarilla.

Victoria Mohedano Arroyo