Han pasado 35 años desde uno de los mayores incidentes nucleares, se evacuaron a más de 230 mil personas de la zona de la catástrofe, dejando más de 30 muertos según los informes oficiales.
La explosión producida en el reactor 4 el 26 de abril de 1986, causó más de un centenar de heridos, más de 6000 niños de la zona de Pripyat fueron diagnosticados con cáncer de tiroides, además de imposibilitar la repoblación en la zona por más de 20.000 años.
El reactor nuclear afectado, en su momento fue recubierto con una gran capa de acero construido una cantidad superior de 1800 millones de euros, provenientes de todos los países de la eurozona.
Fuente: La Tercera
En esta “Zona de exclusión” a día de hoy se sigue trabajando incansablemente en la reparación de carreteas, la restauración de monumentos y el trabajo de los científicos por contener los efectos nocivos de la explosión nuclear.
Por otro lado, gracias a documentales y series, muchos turistas curiosos se han acercado a ver la zona con sus propios ojos, pagando más de 100 euros por tan sólo 5 minutos en la zona, arriesgándose a coger todo tipo de efectos secundarios por la radiación.
Fuente: El Público
La discusión actual de las comunidades científicas son la necesidad de abandonar los combustibles fósiles y buscar otras fuentes de energías que no emitan gases de efecto invernadero. Según las estadísticas oficiales, nos estamos despojando del uso de la energía nuclear, ya que actualmente supone un gasto de 10% en la electricidad, mientras que en la década de los 90 suponía un 19% del uso total.
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha aceptado la medida cautelar de los sindicatos del cuerpo de Policía y Guardia Civil y obliga a la Generalitat de Cataluña a vacunar a estos dos colectivos en las mismas proporciones que lo están el resto de cuerpos de seguridad de la comunidad. En este sentido, la sentencia afirma que la vacunación deberá producirse en diez días como máximo sin ninguna dilación […]
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