10 AÑOS DE LA MUERTE DE BIN LADEN

Hace una década de la detención del líder de Al Qaeda por parte del grupo estadounidense «Team 6: Navy Seal» , el mismo 2 de mayo de 2011, poco después de la embestidura del presidente Barack Obama.

La detención fue bautizada como «Operación Gerónimo» la cual duró un poco más de 40 minutos, dónde cuatro helicópteros ayudaron a llegar al complejo en el que se encontraba uno de los terroristas más conocidos de toda la historia, Osama Bin Laden. Aunque la operación fue planeada escrupulosamente, los militares del equipo tuvieron que improvisar en el último momento por un helicóptero daño al aterrizar en el recinto. Al perder el elemento sorpresa que se tenía pensado en un principio, los «navys» tuvieron que atravesar el recinto a pie, abriéndose fuego contra la milicia islamista.

Fue cuestión de minutos, en los que los militares se encontraron a la familia al completo, el hermano Al Kuwaiti, al hijo Khalild Bin Laden, a los que ambos se les mató tras un fuego cruzado. Osama, se encontraba en el piso de arriba, en un habitación, portando una pistola y un rifle de asalto. Fue reducido con un disparo en el ojo y otro en el estómago, provocando su muerte a los veinte minutos.

LEGADO DE BIN LADEN:

Aunque la muerte de Osama Bin Laden, uno de los terroristas más peligrosos de la historia, fue un éxito para EEUU, no podemos negar las consecuencias ideológicas que ha arrastrado Al Qaeda.

La amenaza yihadista, actualmente supone uno de los mayores terrores de cualquier país, aumentando la multiplicidad de los focos de amenaza terrorista. En este entramado plan yihadista se distinguen tres pesquisas principales: las extensiones territoriales que dominan, los grupos afines a las ideologías extremadamente religiosas, las células o individuos independientes.

A día de hoy, el terrorismo global depende única y exclusivamente de las combinaciones de los anteriores factores, además del odio generado por la muerte de Osama Bin Laden.