QUÉ HACER PARA QUE TU HIJO APRENDA IDIOMAS

En este mundo globalizado que vivimos aprender idiomas es fundamental, la preocupación y el interés por parte de los padres para que sus hijos aprendan idiomas es hoy por hoy enorme, para la mayoría es prioritario frente a otras destrezas que sean capaces de hablarlo con soltura y si es a una edad temprana mucho mejor. Todo lo fundamental que puede ser para los progenitores puede ser aburrido en la misma proporción para los pequeños, se puede convertir en una tarea tan ardua y poco entretenida que al final acaben rechazándola.  Por todo esto, la gran pregunta es ¿De qué manera se puede conseguir que dominen un idioma y mientras lo están aprendiendo sea divertido, edificante y además asequible para todos? ¿Cómo podemos conseguir que llegados la edad de elegir unos estudios de bachillerato o universitarios puedan optar por una enseñanza bilingüe que les abra más puertas a la hora de enfrentarse al mercado laboral? El bachillerato internacional en Barcelona es una de las mejores opciones.

A continuación, os enumeramos unas cuantas pautas que pondrán más fácil el objetivo de aprender idiomas en la infancia y adolescencia.

El idioma a través de la música y los juegos

Sería un método que podemos aplicar desde que son bebés, las canciones serán una buena herramienta para, de una manera sencilla, introducir otros idiomas en la vida diaria de los peques, también es muy bueno recitarles para que asocien el idioma extranjero con ritmo y musicalidad. Dedicar parte de su ocio a jugar con ellos en inglés será muy útil para compaginar diversión y aprendizaje, además relacionarán aprender un idioma con jugar y pasarlo bien. Los juegos no tienen que ser una herramienta sólo en los bebés, cualquier edad es buena para jugar en otra lengua.

Cuidadores bilingües

Otra de las técnicas que pueden aplicarse desde que el bebé nace en contratar a un/a cuidador/a nativo en la lengua que deseamos que aprendan nuestros hijos. Esta sería una forma parecida de aprender otro idioma a cuando uno de los progenitores tiene una lengua materna diferente al del país de residencia. Si la persona encargada de sus cuidados habla al niño o a la niña siempre en su idioma, los pequeños serán capaces de identificar del idioma a través del interlocutor, cambiará el registro cuando vaya a dirigirse a sus papás o a su cuidador, de esta forma aprenderá de un modo natural y sin esfuerzo dos idiomas a la vez. Esto también tiene su parte mala, el niño o la niña empezarán a hablar más tarde.

Colegios bilingües

Si elegimos esta opción, entre otras ventajas, será que aprenderá el idioma de una forma natural, no lo relacionarán con clases dirigidas y aburridas, pensará en diferentes lenguas y para desenvolverse en más de un idioma no le hará falta pensar en una lengua materna y traducir, directamente pensará y hablará en ambas. También mejorará la forma de expresarse en el idioma extranjero, se enfrentará diariamente a situaciones normales de la vida, estará preparado para vivir en ese idioma. Aprenderán asignaturas en otro idioma y palabras específicas de esas materias. Seguramente nuestro hijo saldrá del colegio con un nivel casi nativo.  

Campamentos y estancias en el extranjero

Qué duda cabe que si queremos aprender un idioma vivir una temporada en un país donde se hable es la mejor manera de aprenderlo, por ello enviar a nuestros hijos un verano, un curso escolar o simplemente unas pequeñas vacaciones será una solución perfecta para completar el aprendizaje. Para ello hay que buscar la opción que mejor se adapte fijándonos en cuanto tiempo queremos mandarle, nuestro presupuesto, qué tipo de residencia… En el mercado existen infinidad de ofertas, seguro que encontramos lo que buscamos. También son muy interesantes los campamentos dentro de nuestro país que hacen una inmersión completa en la lengua extranjera, durante el tiempo que dure será como si se hubieran trasladado al país nativo de la lengua.

Elegir la solución perfecta es difícil pero una combinación de todas hará de nuestros pequeños unos perfectos futuros bilingües, llegarán a la edad adulta en condiciones de desenvolverse perfectamente en su trabajo y vida diaria en una lengua diferente a la que de forma natural se hablaba en su casa.

Victoria Mohedano Arroyo