EL FIN DE LAS MASCARILLAS EN LA CALLE

A partir de este sábado el uso de mascarillas dejará de ser obligatorio en exteriores cuando se cumplan una serie de requisitos, estos serán el espacio en el que te encuentras o si te acompañan tus convivientes.

El uso de mascarillas ha sido uno de los puntos más controvertidos y confusos de esta pandemia, de desaconsejar su uso a la población en general, tras unos meses y una producción de ellas suficientes, pasaron a convertirse en obligatorias incluso en cualquier lugar al aire libre. Esta obligatoriedad dejará de estar vigente a partir de este sábado 26 de junio pero con condiciones, la medida no se hace extensiva a cualquier situación y lugar, deberán cumplirse una serie de medidas para que nuestras sonrisas vuelvan a verse, según Carolina Darias ministra de Sanidad “Las mascarillas dejan paso de nuevo a la sonrisa. Nuestra sonrisa volverá a nuestras calles, con distancia de seguridad, pero son sonrisas visibles para todos nosotros«.

Para poder estar en exteriores sin mascarilla se tiene que asegurar la distancia mínima de metro y medio entre otras personas no convivientes, en caso de serlo esta distancia no será necesaria. Exactamente igual que antes, en aquellas personas que padecen alguna de afección respiratoria o enfermedad incompatible con su uso este no será obligatorio. En espacios cerrados la norma no se ha modificado y seguirá vigente para la población en general a excepción de las residencias de mayores en las que no habrá que ir con mascarilla en espacios comunes cerrados si más del 80% de los residentes han sido vacunados con la pauta completa, también servirá esta regla para centros de trabajo de trabajadores esenciales.

En conciertos las mascarillas no serán obligatorias si el público está sentado y hay una distancia entre ellos de metro y medio, si están de pie aunque sea al aire libre hay que ponerse la mascarilla. En playas y piscinas rige la norma general de distancia y convivientes, por supuesto dentro del agua la mascarilla no será obligatoria. Según la ministra “Estamos ante una medida prudente, que se va a producir de manera progresiva y gradual, liberándonos de llevarla en aquellos espacios al aire libre que la trasmisión es casi inexistente. Es una medida que nos pone en las mismas condiciones de los países de nuestro entorno que están llevando a cabo la medida de flexibilización de su uso obligatorio; y es una medida que nos acerca a la normalidad, con prudencia y que además nos da alergia colectiva».

Victoria Mohedano Arroyo