AUMENTA LA TENSIÓN ENTRE RUSIA Y UCRANIA CON EL ENVÍO DE NUEVAS TROPAS

El conflicto entre Rusia y Ucrania no cesa. Tras la escalada de tensión de las últimas semanas, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha aprobado el envío de unos 3.000 soldados a países estratégicos de Europa. El principal objetivo con esta medida es el de actuar con inmediatez ante una invasión rusa en Ucrania.

El presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, hablará con Putin para intentar rebajar la tensión de estos últimos días. Por su parte, el presidente ruso, viajará a China, país que se muestra aliado del Kremlin. Ayer se conoció que EE UU había dejado de considerar «inminente» la invasión rusa en Ucrania. La Casa Blanca se escudaba en que calificar de esta manera la situación actual era indicar que el presidente Putin ya había tomado la decisión de traspasar la frontera, un mensaje que no era el correcto. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelinski, quiso rebajar la tensión de una cercana invasión, ya que los acontecimientos se mantenían igual que la última semana.

La posición de la OTAN sigue siendo la misma, reforzar los países miembros cercanos a Ucrania, para actuar de manera rápida y coordinada, además de continuar con el envío de armas, equipo y personal que adiestre al ejército ucraniano. Todas estas medidas se toman para ejercer un efecto disuasorio sobre Rusia, que tiene desplegados a casi 100.000 hombres en la frontera. La OTAN también advierte del traslado de soldados rusos a Bielorrusia, país que también se ha mostrado a favor de los intereses de Putin. Esta movilización de tropas genera inquietud en Europa, ya que Bielorrusia es un país que hace frontera con Ucrania y existe la posibilidad de una invasión coordinada por dos frentes, algo que sería muy difícil de defender.

Para entender el conflicto entre Ucrania y Rusia, hay que destacar la posición estratégica de Ucrania. Por este país pasan unos gasoductos que abastecen de energía a casi toda Europa y por los cuales Rusia paga al gobierno ucraniano un alto coste. Este cobro significa una importante parte del PIB de Ucrania (3’8%). Rusia siempre ha buscado una manera de evitar el pago a Ucrania, por ello está construyendo el gasoducto «Nord Stream 2», que transporta el gas directamente a Europa por el mar, evitando el territorio ucraniano y aumentando la influencia de Rusia en el viejo continente.

Además de los intereses geoestratégicos rusos, una de las demandas del Kremlin para cesar la escalada es que la OTAN impida a Ucrania unirse a ellos. Si finalmente Ucrania se une a la Organización del Tratado Atlántico Norte, EE UU y los demás países aliados podrán establecer bases militares en un territorio que hace frontera con Rusia.

Cuando en 2014, los ucranianos depusieron al gobierno prorruso, el ejecutivo de Putin anexionó la península de Crimea a su territorio e impulsó a los separatistas ucranianos del este del país. La OTAN respondió con la movilización de tropas a zonas cercanas al conflicto. Ahora mismo una de las demandas de Putin es que estas tropas se retiren.

El conflicto de Rusia y Ucrania es muy complicado, los intereses de unos y otros pondrán en jaque a toda Europa y obligarán a la diplomacia a sacar lo mejor de sí misma para evitar el conflicto.