HABEMUS REFORMA FISCAL, PERO ¿EN 2022 O EN 2023?

en la nueva reforma fiscal, se retomará la iniciativa de los Presupuestos Generales del Estado de 2021, en relación con la implantación del impuesto al diésel, un gravamen que penaliza al gasóleo y aumenta la recaudación fiscal. Asimismo, se pretende incrementar el tributo del tabaco para igualarlo a la media europea, y lograr una reducción en su consumo. Cabe mencionar que el Gobierno intenta crear nuevos modelos impositivos para favorecer a la transición ecológica y conseguir una economía verde.

Otras novedades fiscales para el año que viene son tanto la reducción de las aportaciones individuales a los planes de pensiones con derecho a deducción, como el fin del régimen de Estimación Directa Simplificada, más conocido como sistema de módulos, por el que tributan los autónomos y las pymes.

Para esta reforma se ha establecido un comité de 17 expertos, que deben presentar sus propuestas el 22 de febrero del año que viene, fecha a partir de la cual podrán entrar en vigor las reformas fiscales. Su función es crear un sistema eficaz, progresivo y sólido para sostener e incluso fortalecer el Estado de Bienestar español. Por ello, siguiendo el compromiso de Bruselas, la Ministra de Hacienda (María Jesús Montero) ha admitido que “España reducirá a lo largo de los próximos años con medidas fiscales y a través de un crecimiento sostenido de la economía el déficit y la deuda, sin reducir el gasto público.”

Sin embargo, lo que aún no se conoce con certeza es la fecha en la que entrará en vigor la reforma fiscal, dado que es necesario una ley específica. Si bien es cierto que el sistema tributario se define como el conjunto de normas, instrumentos y medios que posee la Administración Pública para regular los tributos, esta no puede establecer los impuestos que desee libremente; sino que es necesario un acuerdo jurídico tal y como queda reflejado en la Constitución Española.