La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) aumentó el miércoles los tipos de interés del país en 50 puntos básicos, hasta situarlos en un rango objetivo de entre el 0,75% y el 1%. Es la mayor alza del precio del dinero en aquel país desde el 2000, hace 22 años. Desde entonces las subidas, cuando las había, se habían limitado a ser en tramos de 25 puntos básicos.
Sin embargo, este incremento era esperado hace semanas y responde a la planificación del regulador estadounidense para atajar una inflación “demasiado alta” en el país norteamericano, que se sitúa ahora en el 8,5%, y en el 5,5% en el índice subyacente, que excluye los precios de la energía y de los alimentos por su mayor volatilidad, además de ser la medición preferida por la Fed para tomar sus decisiones.
El organismo señaló que aunque la actividad económica se ralentizó entre enero y marzo, el gasto de los hogares y la inversión de las empresas ha registrado un buen desempeño. Además, el aumento del empleo ha sido «robusto» en los últimos meses y ha fortalecido el mercado laboral.
En todo caso, la institución que preside Jerome Powell anticipa que “será apropiado” realizar más subidas en el precio del dinero en sus próximas reuniones. La siguiente de su comité federal de mercado abierto será el 15 de junio. La previsión del mercado es que a finales de julio los tipos oficiales rocen ya el 2% e incluso lleguen al 2,5% a principios del próximo año. Mientras, en Europa los reguladores monetarios, como el Banco Central Europeo o el Banco de Inglaterra, siguen con atención los movimientos de la Fed.
La otra gran medida que la Reserva Federal adoptó ayer para frenar y luego reducir la subida de precios fue definir el plan con el que recortará su balance, que se disparó hasta los nueve billones de dólares (8,5 billones de euros) por las compras de activos para atajar la crisis derivada del Covid-19.
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