SALUD MENTAL Y FERTILIDAD, ¿CÓMO SE RELACIONAN?

Actualmente, es muy importante tener una salud mental fuerte y sana, sin embargo, hay ocasiones en las que esta salud puede desestabilizarse, sobre todo en situaciones de estrés. En el caso de las mujeres, esta salud mental puede verse afectada por la duda de la fertilidad de esta y el fallo de los tratamientos o la concepción, por eso es muy importante que en estas situaciones se recurra a un psicólogo especialista en fertilidad. Un caso que no solo se centra en las mujeres, sino que el hombre también puede sufrir de este problema.

Este especialista ayudará a que ese proceso y esa duda sea más tenue, y que esa persona acepte con mayor positividad esa posible infertilidad. Una noticia que puede ser muy estresante, e incluso, puede provocar una crisis vital, ya sea en la pareja o en la persona que lo sufre. Un impacto que puede afectar a la pareja cuando estos conocen la noticia, un deseo frustrado que puede llegar a tener graves consecuencias psicológicas.

Pero, este impacto, no es igual en todas las personas, ya que hay personas que tienen una visión más positivista a la hora de aceptar el problema y son optimistas con el tratamiento. Pero, el grupo más preocupante es aquel que resulta ser más vulnerable y que no sabe aceptar la noticia o simplemente no ve el tratamiento como una opción.

Por eso, a la hora de realizar una terapia con la persona o la pareja, se tiene en cuenta una serie de variables de estudio:

• El ajuste emocional de la persona o la pareja.
• Disponibilidad de recursos psicológicos para poder afrontar las fases del proceso.
• Ciertas características sociodemográficas.
• Afrontar el problema y recurrir a un tratamiento.

Esta infertilidad deriva en problemas psicológicos, entre los que destacan problemas tales como altos niveles de ansiedad, depresión, inseguridad, etc. Pero, a continuación, os dejamos con otros problemas que derivan de este problema:

• Baja autoestima.
• Sentimiento de inferioridad.
• Falta de amor propio.
• Autovaloraciones negativas.
• Desvalorización de la persona.
• Desvinculación de la pareja.
• Aislamiento social y familiar.
• Culpabilidad.
• Tristeza profunda.
• Ira.

Sin embargo, es escasa la población que recurre a ayuda psicológica para afrontar este problema, un problema que resulta común, y que a diferencia de muchos pensamientos de personas que lo sufren, no es para nada vergonzoso ni denigrante, sino que se trata de una situación más que hay que afrontar y poner remedio. Por eso, es importante que se recurra a ayuda psicológica, para afrontar el problema de la mejor forma posible y evitar posibles consecuencias que puedan poner nuestra salud en peligro.