Dermocosmética, la nueva tendencia de tratamientos personalizados

No hay una piel igual que otra, al igual que no funciona igual un tratamiento que otro para la piel.

Según la definición de la propia Academia de Medicina, la dermocosmética es la disciplina científica, que forma parte de la rama de la farmacia y que se ocupa del estudio y fabricación de productos para aplicación tópica. Esto vale para soluciones terapéuticas que sirvan para tratar alguna afección de la piel como de cosmética que sirva para cada tipo específico de epidermis.

“Uno de los objetivos de este tipo de cosmética es evitar los elementos que pueden provocar más alergias. Cada vez hay más personas alérgicas y eso supone todo un reto para las formulaciones. Por ejemplo, la almendra en aceite es muy hidratante, pero sería un tratamiento inadecuado para quienes tienen alergia a los frutos secos. Gracias a este tipo de formulaciones casi personalizadas se puede conseguir paliar estos efectos adversos” explican desde Farmacia Claverie, una dermofarmacia en Adeje especializada en este tipo de fórmulas.

La diferencia de este tipo de producto es que busca paliar los desequilibrios de la piel, más allá de hacerla sentir bella. Son productos de belleza relativos porque, cuanto mejor funcionan, mejor aspecto tiene la piel, pero porque consigue un equilibrio que le permite lucir saludable.

¿Cuáles son los principales problemas que se tratan con dermocosmética?

En primer lugar, las afecciones como la psoriasis o la dermatitis. La descamación, rojeces e incluso, en algunos casos extremos, con grietas o heridas, suele ser parte de esta afectación cutánea que cada vez sufren más personas. Formulaciones que permitan una hidratación profunda es clave para ello.

El acné. Las pieles con tendencia grasa o acnéica son también un reto para la dermocosmética. El cuidado de los poros y evitar que estos colapsen o se tapen con grasa es clave para evitar infecciones. Formulaciones poco grasas y que colaboren también en la hidratación y cierre de poros puede ser clave.

Arrugas, manchas de la piel, incluso la caída del cabello. Todas ellas son dolencias que pueden tratarse gracias a la dermocosmética, a caballo entre el mundo cosmético y el medicamento.