EL TURISMO RURAL ES COMPATIBLE CON EL TELETRABAJO

Durante la pandemia por coronavirus, el turismo rural se ha visto muy favorecido, con un aumento del 20% en las reservas veraniegas, al contrario que otras clases de turismo. Su beneficio se debe en especial a la adaptabilidad de los hoteles y a la preferencia de los españoles por pasar sus vacaciones en destinos no muy lejanos de sus hogares. Dicha adaptabilidad está referida a las diferentes medidas que progresivamente se van llevando a cabo para los alojamientos, con el fin de procurar la máxima comodidad y seguridad a quienes desean despejarse temporalmente de su rutina en entornos naturales.

Rafael Ausejo, director ejecutivo y fundador de la compañía Ruralka de hotelería rural, sostiene que este turismo es cada vez más demandado por quienes trabajan desde casa y desean seguir experimentando la movilidad, la cual debe trasladarse a otros lugares donde no se amontone mucha gente. A ello añade Ausejo que los hoteles rurales pueden ser muy útiles para aliviar la tensión generada por la situación pandémica que afecta especialmente a los habitantes de las grandes ciudades. Es una buena forma de alejarse de las aglomeraciones, residiendo en fincas pequeñas (hoteles o casas de alquiler) con pocas habitaciones para las que se pueden hacer reservas a corto plazo y que al comenzar el otoño han continuado en activo a pesar de la incertidumbre sanitaria.

Teniendo en cuenta estas palabras de Ausejo, el teletrabajo en los entornos naturales es una de las propuestas más importantes de Ruralka. Así es como muchos viajeros pueden seguir trabajando mientras residen en fincas rurales desde donde disfrutan también del ocio en espacios abiertos. Es una combinación de ocio y trabajo conocida en inglés como «workation», un fenómeno que se ha afianzado sobre todo en el plano internacional y que cobra gran importancia al tener en cuenta que trabajar desde el lugar de residencia es la mejor forma de mantener la actividad laboral en tiempos de pandemia.

Algunos ejemplos de fincas en España que permiten el teletrabajo en plena naturaleza son La Infinita en el valle cántabro de Cabuérniga, Les Capçades en Tarragona y El Castañar de Aracena en Huelva. Las empresas no siempre están totalmente preparadas para llevar a cabo todas las medidas planteadas pero están apostando por ellas, todo sea por la descentralización debida a la distancia social necesaria para evitar la propagación el virus, así como para generar mayor comfort y motivación en los trabajadores. En consecuencia, el turismo rural, con su gran participación en la búsqueda de nuevas oportunidades, se verá aun más fortalecido y su futuro será prometedor.